¿Cómo organizar tu escritorio?
Te aconsejamos seguir la estrategia de los tres niveles: bajo (dimensión piernas), medio (sobre escritorio) y superior (sobre la pared). Por ejemplo, un organizador de pared puede ser útil en el espacio superior para poner papelitos con ideas o como sistema de organización vertical, poniendo compartimentos para guardar diversos objetos. Cuando nos referimos al espacio medio, son todas esas cosas sobre el escritorio, como cajitas y cajoneras y algún elemento decorativo. Mientras que la dimensión bajo el escritorio, aborda cajoneras, carritos multiuso, además de un apoya pies o alfombras. La idea es que antes de hacer cualquier compra, puedas pensar en las cosas que tienes y cómo las distribuimos en estos tres niveles. En caso que te falten cosas, apunta una lista de lo que te falta para llegar al resultado deseado de la organización.
SEIS IDEAS PARA DECORAR TU MESA
Inspírate en la comida:
Tus preparaciones pueden ser tu principal fuente de color. Presenta platos con ingredientes coloridos y frescos, como ensaladas con mezclas de vegetales de diferentes colores y postres con deliciosas frutas.
Manteles y servilletas:
si prefieres textiles de mesa en colores llamativos o estampados eclécticos, estos pueden ser los grandes protagonistas de tu mesa y asimismo ser la base para montar una mesa visualmente atractiva.
Incluye un camino de mesa:
una buena idea es sumar un camino de mesa , o un segundo mantel en tu mesa, para montar algún centro de mesa con flores o las preparaciones para compartir. La idea es que intentes seleccionar colores o estampados que se complementen y unifiquen con la propuesta base. Otro recurso es incluir individuales para generar acentos de color.
Flores, ramas y hojas:
no hay nada que grite ¡primavera! como flores frescas en un centro de mesa o como detalle en el puesto de cada invitado. Tu resultado estará lleno de frescura y texturas.
Usa frutas enteras:
con la intención de decorar y generar un acento de color, puedes llenar un centro de mesa o florero con limones, mandarinas u otra fruta colorida para lograr ese efecto natural en tu mesa. Se trata de una excelente alternativa cuando no tienes flores frescas en casa.
Saboriza el agua:
con rodajas de pepino, naranja o limón, pedacitos de fruta como sandía, pomelo y lo que se te ocurra que pueda tener buen sabor, como hojitas de menta y trozos de jengibre. Tener un jarro con agua saborizada puede hacer una diferencia en tu mesa y además de aportar frescura y un toque de color.
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